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Carta à las comites

Viernes 8 de septiembre de 2017

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Carta a los comités de la ZAD de Notre-dame-des-landes. 2016-2017 Algunos relatos e informaciones recientes desde la zona

En vista a las giras en otros países sobre la zad, y para informar a los comités de apoyo más cercanos, hemos recopilado un serie de historias e informaciones de los últimos 18 meses. Queremos contribuir, con estas palabras, a mantener viva la memoria de esta frenética sucesión de acontecimientos y plantear juntas el futuro del movimiento. Esta recopilación ha sido realizada por algunas habitantes de la zad. Es un punto de vista singular sobre este periodo, que no pretende ser ni exhaustivo ni ser la voz colectiva de los ocupantes. Algunas habitantes de la zad

2016 – Sin tregua, impedir la amenaza

Movilizaciones masivas El 30 de diciembre de 2015, un mes después del final de la COP21, las campesinas y las habitantes “históricas” de la zad de Notre-Dame-des-Landes fueron convocadas ante el tribunal. Ago-Vinci solicitó la expulsión inmediata, multas diarias drásticas en caso de rechazo de la sentencia, así como la posibilidad de apropiación de bienes y del ganado. Dado que el gobierno no osaba volver a intervenir sobre el terreno, intentaba de tal modo aislar a algunas personas clave y obligarlas a renunciar, asfixiándolas financieramente. El presidente se había comprometido, sin embargo, a esperar a que todos los recursos jurídicos contra el aeropuerto se agotasen antes de expulsar a los habitantes históricos de la zad. Frente a esta nueva amenaza, se organizó en 10 días una manifestación. El 9 de enero de 2016, 20 mil personas, centenares de ciclistas y 400 tractores convergieron en la periferia de Nantes y ocuparon el puente de Cheviré. Bajo la iniciativa de COPAIN, 60 tractores atados entre sí permanecieron en el puente tras la manifestación para conseguir el abandono de los procedimientos de expulsión. Inmediatamente se estableció un campamento en medio de la autovía con toldos, camas de paja para dormir, un horno para pizzas, sopa de cebolla y una radio móvil. Éste fue atacado durante la noche por la policía. Bajo los disparos de gases lacrimógenos, las manifestantes apretujadas en los remolques agrícolas se vieron obligadas a marcharse. Después de una asamblea agitada al día siguiente en la Vache-rit, siguieron varias jornadas de bloqueos con los tractores y “operaciones caracol”1 en las carreteras de la región para seguir manteniendo la presión. Decenas de manifestaciones, acciones y sabotajes tuvieron lugar de nuevo por toda Francia. Ello no impidió que el juicio se produjera el 13 de enero, día en que se reunieron 3000 manifestantes ante el tribunal. El 25 de enero, el juez decretó que los habitantes y campesinos de la zad eran expulsables, aunque no impuso penas financieras. Unos días más tarde, unas mil “obreras de los comunales” acudieron a la convocatoria del “Comité de pilotaje para un futuro sin aeropuerto”. Se trató de una repuesta a la convocatoria oficial de la prefectura de un concurso público para empezar las obras del proyecto. Pero después de diversas campañas de presión y de una serie de sabotajes, ésta se vio con dificultades para encontrar empresas voluntarias que empezasen con los trabajos preliminares. En cambio, en la zad, bajo una fuerte lluvia, tuvieron lugar diversos trabajos simultáneos para reforzar las estructuras colectivas: se acondicionó una taberna, una sala de reuniones, une aprisco y se abrieron nuevos caminos. Mientras tanto, el gobierno, presionado, anunció por medio del primer ministro que el comienzo de las obras del aeropuerto se aplazaba una vez más, hasta el otoño. Por su parte, la ministra del medioambiente declaró que no podía producirse la expulsión de la zad por la fuerza sin arriesgarse a una “guerra civil”. Por su lado, el nuevo presidente de la región clamaba casi diariamente contra los “ultraviolentos” de la zad, “zona sin ley” que comparaba con Mosul o Damasco. Encargó al Consejo regional la compra de publicidad en los periódicos para reclamar la evacuación de la zona. La web del Consejo regional sufrió entonces un hackeo, que reveló que la petición estaba plagada de firmas falsas y suplantaciones. El 11 de febrero se produjo una renovación de ministros; el presidente Hollande negoció la entrada en el gobierno de unos cuantos ecologistas ambiciosos y trató de salir del paso anunciando un referéndum sobre el proyecto de aeropuerto. Sin dejarse engañar por este truco, más de 60 mil personas ocuparon dos semanas más tarde las autovías próximas a la zad, organizaron un concierto en el asfalto y apoyaron la construcción de una torre de vigila de acero de 10 metros de alto. Ésta se ubicó en el lugar mismo donde supuestamente debían comenzar las obras en la carretera para conectar el aeropuerto al resto de la red viaria. Cerca de esta misma autovía, la casa de La Pointe, desalojada en 2012, fue reocupada de nuevo con una gran fiesta. El 27 de febrero se convirtió en la movilización más grande del movimiento anti-aeropuerto. El 25 de marzo, se produjeron de forma simultánea unas cuarenta acciones en todo el país, apuntando principalmente los locales del Partido Socialista en tanto que partido gobernante y promotor del aeropuerto: ocupación del ayuntamiento en Brest, aviso de desalojo y cierre del local del PS en Loches o Bayonne, locales del PS redecorados, pintados o tapiados en Dournenez, Villeurbanne, Saint-Denos, Niort o Rouen, arrojamiento de sacos de tierra en el de Valence, construcción de un muro delante de la prefectura en Issoire, concentración con cornamusa en Blois y referéndum en la calle en Bressuire, juicio al gobierno en Pontivy y manifestación delante de la prefectura en Chalon-sur-Saône, merienda delante del ayuntamiento en Lorient y reparto de patatas fritas en Foix, concentración y conexión con la lucha contra la graja industrial de los 1400 terneros en Guéret, lectura pública de historias de la ZAD en Nantes, concentración delante de la sede del PS en París, concentraciones en Saint-Herblain y Redon, carnaval en Touolouse y concentración en Cher, arte en la playa en Saint-Malo, juego de la oca en Saint-Nazaire… Durante todo el invierno, grupos de habitantes de la zad llamados por los comités salieron de gira informativa a cientos de kilómetros. Fomentaron debates en salas, cines, centros juveniles e incluso en la calle cuando los ayuntamientos prohibían el acceso a sus locales. Nuevas solidaridades y consulta torcida Durante los cuatro meses que duró el movimiento contra la reforma laboral, las calles de Nantes y Rennes estuvieron especialmente agitadas. Edificios y plazas públicas fueron ocupados y decenas de oficinas bancarias tuvieron que ser cerradas prolongadamente después de varios ataques sucesivos. Los bloqueos económicos y los enfrentamientos con la policía se multiplicaron como muestras de rabia y de esperanza que iban más allá de la cuestión de una nueva reforma que precarizaba un poco más el mundo del trabajo. La zad se hizo presente bajo diversas formas en este gran movimiento y participó en las manifestaciones y en diversos bloqueos como el de la refinería de Donges. Se hilaron vínculos más estrechos con el mundo sindical. A nivel nacional, las trabajadoras sindicadas de la CGT del grupo Vinci mostraron su rechazo a participar en hipotéticas obras del aeropuerto afirmando en un comunicado que “no somos mercenarias”. Una tentativa de bloqueo del aeropuerto actual de Nantes fue organizada de forma conjunta entre las trabajadoras del lugar y el movimiento anti-aeropuerto. Esta acción se hizo con reivindicaciones relacionadas con las condiciones de trabajo pero afirmó también su oposición a la construcción de un nuevo aeropuerto en Notre-Dame-des-Landes. El domingo 26 de junio, los electores de Loire-Atlantique fueron llamados a votar a favor o en contra del aeropuerto de Notre-Dames-des-Landes. El conjunto de los componentes del movimiento –sindicatos, asociaciones, campesinas, naturalistas en lucha, políticos electos, ocupantes– habían manifestado claramente que consideraban que “el marco, el proceso contenido en esta consulta estaba completamente torcido”. Y explicaron los motivos de porque la consulta “estaba basada en una serie de mentiras de Estado y era radicalmente injusta” Durante el fin de semana electoral, rebautizado como “hagamos un domo”,2 muchas personas mostraron de nuevo su apoyo participando en los trabajos y especialmente en la construcción de un domo de adobe que se convertiría en un nuevo espacio para asambleas. A finales del fin de semana, el sí ganó con el 55% de los votos. En el hangar de la Vache-rit, mientras que centenares de personas gritaban “¡resistencia!”, una declaración común era proclamada: “sabemos que los ataques del gobierno y de los pro-aeropuerto van a reforzarse. Por nuestra parte, no vamos a dejar, a pesar de todo, de habitar, cultivar y proteger este territorio. Seguirá siendo defendido con grandes energías porque está lleno de esperanzas, que no se podrán ser desraizadas frente a la destrucción de la vida y la mercantilización del mundo. Llamamos a todos los apoyos y los comités de toda Francia y más allá a movilizarse y a reforzar la vigilancia en las semanas y meses que vienen”. Tras lo cual siguió una gran noche de fiesta. Al día siguiente de la consulta, el gobierno afirmó de nuevo que vendría a expulsar la zad y empezar las obras en octubre. Pero se hizo evidente que su operación de cortina de humo democrática no había conseguido ni debilitar el movimiento ni dividirlo. 10 días más tarde, 25 mil personas convergieron en la tradicional movilización de verano y se dieron cita para una nueva manifestación masiva en la zad en octubre. El juramento de los bastones y el otoño caliente En vísperas del otoño 2016, la zad no estaba paralizada por la perspectiva de un nuevo desembarco armado. Los cultivos y las construcciones proliferaron, se inauguraron una biblioteca y un lugar de bienvenida. 60 carpinteras acudieron para trabajar juntas a finales de agosto, para realizar con herramientas manuales y técnicas tradicionales el “hangar del futuro”, destinado a ser levantado durante la movilización del 8 de octubre y a servir de taller de construcción de madera. La preparación ante las expulsiones y la posibilidad de una destrucción de la zad pasaron a llenar una parte importante del día a día y de las asambleas. Todos los fines de semana se realizaron formaciones “¿listas para defender la zad?” que juntaron a decenas de personas de todas las edades, y a pesar de los llamamientos del presidente de la región para hacer prohibir esos “campos de entrenamiento de guerrillas”. El 8 de octubre, justo cuando el primer ministro pretendía empezar con las obras, 40 mil manifestantes convergieron de nuevo por diversos caminos en la zad, al grito de “¡estamos aquí, estaremos aquí!”. Todos los manifestantes fueron invitados aquel día a venir armados con un bastón para plantarlo en la tierra al lado de la granja de Bellevue. Se hizo un juramento por el cual se volvería a por los bastones para defender la zad en caso de ataque. Al día siguiente de la manifestación, Manuel Valls, el primer ministro, declaró con firmeza que “la evacuación se hará en otoño. No hay otras vías posibles”. Lo repitió semana tras semanas en la Asamblea Nacional. Esta vez, contrariamente a 2012, casi todos los lugares de la zona estaban amenazados de ser expulsados por la fuerza. Es decir, no solo las personas que se habían instalado y la habían defendido durante los últimos años, sino también las “históricas”. El ministro del interior previó la movilización de 5000 policías, es decir la totalidad de las tropas que todavía no estaban de servicio en el marco del estado de emergencia. Se entró entonces en un periodo de espera agitado durante el cual las muestras de solidaridad de multiplicaron desde múltiples ámbitos de la población. Se trató, para el movimiento, de levantar las murallas necesarias, materiales y simbólicas, para no dejarles brechas que les permitiesen lanzar un ataque. Los diferentes colectivos de la zona –prensa, comunicación interna y externa, radio, equipo médico, equipo jurídico, zad news– se coordinaron y se prepararon. Se movilizaron tractores para repartir montones de neumáticos, palos y fardos de paja en las 16 entradas de la zad. Se establecieron guardias cotidianas, en los alrededores hasta Rennes, para poder activar con los comités locales el plan de bloqueo de la región. Las estudiantes se reunieron para prepararse para bloquear sus establecimientos el día D. Habitantes cercanos se prepararon para abrir sus casas y sus granjas, médicos profesionales o no, se prepararon para ocuparse de los eventuales heridos en el momento dado, y abogadas para reaccionar ante las medidas represivas que podría poner en marcha por el gobierno. Escaladoras se entrenaron para subir a las cimas de los árboles amenazados de ser cortados. Periodistas independientes y activistas de las redes sociales debatieron para ver cómo podrían difundir las noticias de los opositores y contrarrestar la propaganda gubernamental. Escritoras y filósofas construyeron un abecedario y desembarcaron en autobús en la zad con escudos de libros. A cientos de kilómetros de la zona y en los cuatro rincones de Europa se organizaron personas para estar dispuestas a acudir lo más rápido posible. Nuevas personas vinieron a la zad para estar in situ en caso de ataque y acabaron instalándose en ella. El 7 de noviembre, para sorpresa de todo el mundo, Madame la magistrada pública, emitió un informe desfavorable de cara al recurso sobre las medidas ambientales ligadas al proyecto de aeropuerto. Explicó que “podemos prescindir de un nuevo aeropuerto, pero no podemos prescindir del agua”. La opinión de la magistrada normalmente suele coincidir con la de los jueces, que debieron de paso pronunciarse de nuevo sobre el caso. Durante una semana, todo el mundo pensó que el proyecto debía por lógica ser parado, con una puerta de salida judicial. Pero el 4, los jueces de la corte de apelación del tribunal administrativo decidieron, contra todo pronóstico, seguir en la línea recta de las élites locales y confirmar el visto bueno al aeropuerto. El 22 de noviembre, unos simpáticosB piratas informáticos provocaron una caída vertiginosa de las acciones de Vinci gracias a un falso comunicado del grupo anunciando malversaciones. A lo largo del mes de diciembre, los avisos marciales del gobierno disminuyeron y ya solo se previó, para entonces, un “comienzo de las obras” en las inmediaciones de la zona. Se organizaron excursiones los domingos con los comités para localizar dichos lugares. El 21 de diciembre era fecha la límite anunciada para las expulsiones. Celebramos el fin del otoño, la dimisión del primer ministro unos días más tarde y el fin de la amenaza… al menos durante un tiempo.

2017 – Miradas hacia el futuro

A lo largo del invierno surgió “abracadabois”, un proceso de estudios, encuentros y trabajos en el bosque. Después de la gestión autónoma de una parte de los campos y prados, se trataba ahora de conseguir la de los setos y los bosques de la zad, tanto para responder a las necesidades de madera para construir y calentarse como para volverlos más ricos y bellos para los siglos posteriores. Se organizaron encuentros con trabajadores del bosque y miembros de la red de alternativas de bosques. Se realizaron talas a lo largo del invierno para diversas construcciones de la zad. Los meses de enero y febrero estuvieron también marcados por asambleas del movimiento que no bajaron la guardia y durante las cuales se preparó un calendario de acciones hasta el otoño y preparar la hipótesis entonces más probable: la llegada al poder de Fillon y de su secuaz Retailleau, y el ataque frontal y sin miramientos a partir del otoño. Ataque que no parecía que iba a ser aplazado de nuevo. Pero los escándalos que se sucedieron en los meses posteriores acabaron enterrando al clan Fillon, lo que nos obligó a plantearnos nuevos escenarios menos abruptos. Puentes Desde Nantes, se unió un nuevo grupo a la lucha, “el colectivo sindical contra el aeropuerto”, formado, entre otras, por trabajadoras del aeropuerto ya existente. Con el llamamiento “Retomemos nuestras vidas entre nuestras mano” manifestaron cómo la defensa de la zad representa para ellas algo más que el rechazo al proyecto de aeropuerto. “Se trata también de apoyar una experiencia de emancipación del capitalismo y de las relaciones mercantilizadas”, y esperan ver cómo esta idea se difunda también dentro de las empresas y del mundo asalariado. El 25 de febrero de 2017, la zad se sumó a la manifestación organizada contra la presencia de Marine Le Pen en su gran mitin electoral en Nantes. Al tiempo que el país se veía sacudido por las reacciones ante la violación del joven Theo por un policía en Aulnay-sous-Bois, una parte importante de las manifestantes se enfrentó ese día contra las fuerzas del orden. Al día siguiente dos autobuses de militantes del frente nacional que habían acudido al mitin fueron inmovilizados en la autovía Rennes-Nantes, mediante barricadas en llamas, y fueron rodeados por decenas de personas camufladas que los rociaron de pintura. Durante ese mismo periodo, se organizaron encuentros en la zad en torno al tema de las persecuciones policiales, y se tomó contacto con las familias de las víctimas y con la asamblea de mutilados. El 19 de marzo, dos autobuses salieron de la zad y Nantes para participar en la marcha de la justicia y de la dignidad en París. Se estableció contacto a lo largo de toda la primavera con grupos que luchan en las banlieues o en otros lados en temas como el racismo o la represión. En cuanto al tema de las iniciativas del enemigo y de los líos jurídicos, el Estado decidió en febrero lanzar un ataque contra nuestras herramientas de solidaridad, denunciando a las personas que son titulares de cuentas bancarias ligadas al comité de apoyo a las imputadas en Nantes. La policía las interrogó en el marco de una instrucción en relación con un viejo delito de prensa, que prohíbe solicitar donativos para pagar multas y costas judiciales (una ley de 1881). Por primera vez se perseguía la práctica de las cajas de solidaridad en Francia. Desde entonces, la policía ha tratado también de interrogar a siete personas que han recibido la ayuda del comité. Seguimos atentas a como seguirá este asunto para movilizarnos en caso de necesidad. En la zona El 1 de abril, tuvo lugar una fiesta “Notre-Flamme-Des-Landes” [Nuestra llama de las landas] con motivo de la inauguración de un faro construido en la Rolandière y del traslado a su lado de la biblioteca de la Taslu. Una cadena humana desplazó los libros de mano en mano desde el antiguo local. Mientras tanto, un grupo que salió corriendo desde Nantes con unas antorchas fue acogido y reforzado a su paso por los comités de la Chapelle-sur-Endre, Treillères y la Paquelais, hasta su llegada en la zad, donde se encendió el faro. A lo largo de la primavera, surgieron tensiones en el seno del movimiento en torno a las diferentes formas de presencia, de acción, a las formas de organización y su reapropiación o a la apertura de la zad, entre otras…También volvieron a surgir diferencias sobre la D281, la llamada “carretera de las barricadas” y sus diversos usos: personas que viven en la misma carretera, paso de vehículos agrícolas y otros vehículos y vecinas. Todo ello vino acompañado de un montón de debates entre ocupantes y otros colectivos del movimiento, sobre aquello que causa desacuerdo, pero también sobre aquello que permitirá continuar juntos aclarando de nuevo unas bases comunes. Con la llegada del verano, se volvió a poner en marcha una dinámica de lazos internacionales con equipos que fueron a Inglaterra, al País Vasco y Alemania para relatar la experiencia de la zad y hablar de las posibilidades de acciones solidarias en caso de ataque por parte del gobierno. Volvieron con historias de un barrio obrero okupado en Vitoria, habitantes de los árboles que resisten para preservar un bosque frente a la industria minera al lado de Colonia, o de colectivos anti-nucleares que se quedaron a vivir en la región del Wenland después de parar los convoyes de transporte de residuos radiactivos. Al mismo tiempo se organizó en la zad la construcción de la “Ambazada”, una cabaña intergaláctica que es un lugar espacioso en el cual acoger colectivos y reforzar las redes. La construcción, apoyada por las “brigadas vascas” y otras, se prolongó a lo largo de todo el verano. Una semana “intergaláctica” está prevista en la zad entre el 17 y 24 de agosto, con formaciones para la defensa de la zad, carreras de orientación, talleres y debates. Se puede ver el programa en los siguientes links: http://zad.nadir.org/spip.php?article4612 y http://zad.nadir.org/spip.php?article4625) Otros proyectos han visto la luz en los últimos meses: una cabaña para la salud y de secado de plantas medicinales en el campo “Rouge et Noir”. Ésta había sido preparada por un colectivo de Rennes que vino a montarla en la zona. Se están poniendo en marcha en la Grée un taller mecánico autogestionado y un espacio para la cerámica. Ha surgido un proyecto de tenería artesanal en Hauts-Fay. Y un cierto número de viviendas han sido construidas o renovadas, ya que una nueva oleada de habitantes llegó a la zad desde el otoño. Las semanas en la zona son siempre animadas, ya sea por las comidas con las campesinas de los viernes al mediodía, por los talleres de rap de los martes, las reuniones del grupo de mediación, el “ciclo de los 12” de los lunes, las jornadas de huerta en “Rouge et Noir” los miércoles o los no-mercados de los viernes… entre otras citas de las diferentes estructuras y cultivos colectivos, como grupos de conversación o grupos en concierto, las tardes de juegos o las mañanas de boxeo, la recolección de patatas o la recolección de ideas, encuentros sobre las resistencia aborígenes o la resistencia anti-gaseoducto en Standig Rock… Por otro lado, han tenido lugar dos primeras “jornadas de las 4 estaciones” en la zad. Jornadas de trabajo estacionales que se desarrollan en los espacios comunes de la zad y encuentros entre personas que mantienen viva esta lucha y este territorio. Se trata de implicarse en el mantenimiento y la construcción de aquello que es compartido colectivamente. Durante de las dos primeras sesiones, el 25 y el 19 de junio, se taparon los agujeros en la carretera de las “Fosses Noires”, se construyeron una fuente y un contenedor de basura, se transportó madera a Bellevue y se prepararon pilas de leña para la panadería. Mientras que los senderos históricos de la zad habían desaparecido de los mapas distribuidos en los ayuntamientos, se creó un mapa topográfico detallando dichos caminos (se puede consultar en internet y en la Rolandière). La iniciativa fue propuesta por las camaradas del comité de la Chapelle-sur-Erdre que llevan luchando desde los años setenta contra la privatización de los senderos próximos a ellas por parte de las grandes familias burguesas de la región. El 29 de abril, entre las dos vueltas de las elecciones presidenciales, se celebró con un Fest-noz el fin de la colocación del tejado de tejas del hangar del futuro. Se elaboró una danza con bastones de cara a la manifestación del 1 de mayo durante la cual se convocó por primera vez un bloque sindical contra el aeropuerto, que destacó por su vibrante presencia. Desde entonces, el hangar ha seguido progresando con la llegada de una serrería móvil desde Millevache que permitió fabricar pilares y tablas durante el mes de junio y realizar un taller de carpintería en julio. Lo que se avecina A raíz de las elecciones, algunos de los pilares históricos del proyecto del aeropuerto se vieron considerablemente debilitados: los paquidermos del PS están en vías de desaparecer y el binomio Retailleau/Fillon ha llevado a su partido al desastre. Hollande le ha pasado la patata caliente a Macrón y la zad se ha convertido en uno de los primeros asuntos calientes del nuevo gobierno. Pero por mucho que se sienta poderoso el nuevo pequeño rey con aires versallescos, parece haber comprendido que no puede afrontar al mismo tiempo a aquellos que salieron a las calles en otoño de 2016 y a una comuna libre que moviliza tantas pasiones más allá de sus lindes... Ha priorizado atacar lo que queda de protección en el mundo de trabajo con una nueva reforma laboral y aplazar el tema del aeropuerto. A mediados de mayo puso en marcha una mediación de seis meses para volver a estudiar el proyecto. Unos días más tarde, centenares de personas de los alrededores vinieron a pasear en la zad para descubrirla durante una soleada jornada de puertas abiertas. A lo largo de junio, algunos colectivos del movimiento tomaron la decisión de llevar su punto de vista en los encuentros propuestos por la mediación. Otros, como los ocupantes y COPAIN, decidieron mantenerse al margen. La mediación representa en cualquier caso un nuevo retroceso en el cual el Estado se ha visto obligado a sentarse aparentemente en su propia coartada democrática y en la farsa de la consulta del año pasado. Contrariamente a la “comisión de diálogo” puesta en marcha después del fracaso de la operación César, este proceso tiene de novedoso que integra la hipótesis de que el aeropuerto no se haga y de la posibilidad de una simple optimización del que ya existe en Nantes. Es la consecuencia del fracaso de todas las otras estratagemas probadas hasta ahora por el gobierno: las presiones judiciales y financieras, los dispositivos de aceptabilidad, las estigmatizaciones incesantes de la zad, la fuerza policial bruta y las excavadoras. Con la mediación, el gobierno pretende que creamos en un proceso neutro y objetivo en el cual los debates puedan ser resueltos por expertos de manera casi científica. Es sobre todo para él una tentativa de neutralizar el conflicto y de mantener la cabeza alta. Pero sea cual sea la conclusión dada por el poder a esta nueva secuencia, no será el resultado de criterios técnicos sino en realidad una decisión política, determinada por la relación de fuerzas. Es posible que Macron se empeñe al final en llevar a cabo la construcción del aeropuerto y volver a intentar la gran expulsión de aquí a unos meses. Podemos apostar por que el movimiento se mantendrá entonces igual de combativo de como lo ha sido hasta ahora, con un montón de nuevas complicidades. También puede que tome la decisión de desprenderse de parte de la carga enterrando el proyecto, para luego tratar de traer por la fuerza a la zad de nuevo en el seno de la República. El 4 de julio, el prefecto de Loire-Atlantique repitió que, haya o no aeropuerto, las expulsiones se producirán. Más allá de la victoria histórica que representaría el abandono del proyecto de aeropuerto, esta anunciaría la apertura inmediata de una fase en la lucha. En ese sentido, las opositoras locales –campesinos, habitantes y ocupantes, comités– siguen elaborando juntas, paso a paso, las bases de un futuro común más allá del aeropuerto y de una zona que no sometida. El objetivo es que formas las de vida, de agricultura y de lucha que se han construido aquí a lo largo de los años puedan mantenerse vivas. Estas bases comunes fueron elaboradas después de la operación Cesar y fueron enunciadas en 2015 en el llamado texto de los 6 puntos: “Porque no habrá aeropuerto”. Estas bases se traducen, entre otras cosas, en una voluntad de que el territorio sea gestionado por una entidad surgida de la lucha. Implican el rechazo de cualquier expulsión de los habitantes actuales de la zad, así como una congelación de la redistribución institucional del conjunto de tierras concernidas por el aeropuerto, para dejar al movimiento el tiempo de decidir sobre su uso. Algunas iniciativas se han afirmado en la práctica a lo largo del tiempo con la instalación parcialmente legal de campesinas compañeras de lucha o de proyectos sin ningún estatus oficial, agrícolas o no. Nuevas asambleas y reflexiones se están produciendo para reforzar el uso actual del territorio, los comunales, y para nutrir las hipótesis sobre los medios para llegar al acometimiento concreto de las aspiraciones del movimiento en caso de abandono del proyecto. Mientras tanto, los habitantes de la zad y las campesinas de COPAIN se preparan para estar al lado de aquellas que resistirán en las calles en otoño. Se han producido recientemente encuentros con representantes del Frente Social, coordinadora nacida en París después del movimiento contra la reforma laboral. Se han producido convergencias, en esa línea, en Nantes y en otros lugares, de cara a no permitir que Macron apruebe su nueva reforma laboral o a convertir en leyes permanentes el Estado de emergencia. Se están preparando piquetes móviles y redes campesinas de aprovisionamiento de cara a las huelgas y bloqueos futuros. Detenemos aquí esta serie de noticias y reflexiones y esperamos volver a contaros más. Felicitaciones a todos aquellos comités de apoyo que han mantenido la llama en estos años intensos y sin los cuales el movimiento no habría llegado a donde está ahora. Seguramente haya, en los próximos meses, nuevos llamamientos a defender la zad, a forjarle un futuro sólido o a difundir su esencia. ¡Manteneos preparadas! PD: Una granja de la zad sigue estando en la cartelera de los cines, con la película “Los pies sobre la tierra”sobre el Liminbout. Todavía hay posibilidad de que los comités proyecten la película hasta noviembre en su cine local y de que inviten a personas del movimiento para intervenir después de las difusiones. Otras pueden estar disponibles para dar charlas sobre la lucha y el futuro de la zad. Para cualquier propuesta podéis contactarnos en: zadinfotour@riseup.net PD2: Un año después de los sindicatos de la CGT de VINCI, la Federación Nacional de los Trabajadores de la Construcción, de la Madera y del mobiliario de la CGT se ha pronunciado en bloque contra el abandono del proyecto de aeropuerto y contra la expulsión de las habitantes de la zad. Durante su congreso del 22 de junio, varias delegadas expresaron su deseo de “trabajar en proyectos útiles socialmente y necesarios (como viviendas sociales u hospitales), en vez de proyectos tan costosos como cuestionables (como el Gran París o la Nueva carretera del litoral de la isla de la Reunión).

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